jueves, 31 de marzo de 2011

A veces, lo que más deseas nunca se cumple.

Que ganas tengo de poder besarte, de ponerme nerviosa cuando queden pocas horas para volver a verte, para descubrir tu lado más cariñoso y para mostrarte yo el mío, para poder estar cerca de ti, a milímetros de tus labios, tengo ganas de que me des un abrazo y luego quedarme con tu olor y acordarme de ti, de que cualquier cosa me recuerde a ti y poder sonreír, de que me des la mano, de caminar contigo, de que me agarres fuerte y no me quieras soltar, tengo ganas también de poder pensar que tú me quieres tanto como yo a ti, tengo ganas de no tener que vivir de sueños, de soñar contigo y poder decírtelo, de que me digas ya de una vez que me quieres, de poder llamarte cariño, de quedarme mirándote como una tonta sin miedo a que me pillen, de sentirme tuya y de nadie más, de que me prometas cosas, de poder tener razones para sonreír en un día malo y que esas razones sean los buenos momentos contigo.

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