martes, 17 de julio de 2012

Tranquila, no tengas miedo.

Ríe hasta que el mundo entero se entere de que eres feliz, canta aunque desafines tanto que hagas que el cielo se nuble y llueva, para poder bailar después bajo la tormenta. Cae y levántate, levántate con tanto impulso que subas directamente hasta tocar el cielo. Crea problemas pero no pierdas el tiempo buscando soluciones, regálale al universo la mejor de tus sonrisas mientras sabe que estás cometiendo el mayor de los errores de tu vida. Cágala y, solo si te apetece, arréglalo. Vive porque la vida no siempre son solo dos días pero tampoco son más de tres, te lo aseguro. Así que disfruta como si fuese el último segundo del último minuto de tu vida; no te molestes en buscar el sentido a las cosas ni en llorar por los errores que cometiste una vez porque, siento decirte que si la vida tuviese que ser perfecta, vendría con manual de instrucciones.

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