Ojala yo tuviese la capacidad de hacer feliz a alguien con tan solo sonreír.

He perdonado errores imperdonables, y también me han perdonado. Traté de sustituir personas que sé que son insustituibles y de olvidar personas inolvidables. He hecho cosas por impulso, demasiadas quizá y he decepcionado a la persona más importante para mi. He abrazado a alguien para protegerlo y protegerme. He reído cuando, en realidad, me moría por dentro y he hecho amigos eternos y otros que creía que lo serían, pero no. He amado y he sido correspondida pero también me han rechazado. He gritado y he dado saltos de felicidad pero también he llorado como la que más. He vivido a base de amor y he hecho juramentos eternos, pero los he roto y también he visto como los rompían. Lloro escuchando música que me recuerda a alguien o a determinado momento, y también lloro viendo fotos de personas a las que he querido pero ya no están a mi lado. He llamado, con cualquier escusa, solo para escuchar una voz que echaba de menos. Me han conquistado con una simple sonrisa y también a base de mucha insistencia pero también he luchado por conquistar a quién me gustaba. En ocasiones, he pensado que iba a morir de tanta tristeza y otras no creía que tanta felicidad existiera. He tenido mucho miedo de perder a alguien especial y en algún momento he terminado perdiéndolo. Puede que alguien también me perdiese a mi sin darse cuenta pero, ahora, lo que más quiero, es estar a tu lado.