lunes, 14 de mayo de 2012

Siempre serás parte de mi.

Volveremos a encontrarnos. Siempre lo hacemos. No sé si es costumbre o casualidad pero, a pesar de que tomemos caminos distintos, ellos solos vuelven a cruzarse. Es una tontería. Será un fallo del destino, un error de cálculos. Quizá somos dos vidas diferentes y aburridas de las que nadie se preocupa y que, por inercia, tienden a juntarse; porque simplemente tienen ese "algo" en común que les une. También puede ser que estemos destinados a formar parte de la vida del otro. Tendremos una relación profesional, ¿por qué no? O quizá te cases con mi prima, o, tal vez, seas la única persona que se acuerde de mi cuando me muera. Pero puedo prometerte que esta no será la última vez que te canses de oír mi nombre. Puedo decirte que incluso vas a llegar a acostumbrarte, si no lo estás ya. Con esto quiero decir que, da igual los obstáculos que pongamos, los kilómetros que nos alejemos o los funerales por los cuáles faltemos a una cita, porque volveremos a encontrarnos, volveremos a saber el uno del otro. Así que te diré "hasta luego", si es lo que quieres, pero no "adiós" ¿Y sabes por qué? Porque no podría decirte adiós, aún sabiendo que rompería mi promesa de no volver a verte jamás.

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