sábado, 24 de noviembre de 2012

Vuela.

Sentir ese dolor en el estómago después de cada carcajada sincera, sentir el recorrido de una lágrima, ya sea por dolor, felicidad, tristeza o ilusión. Entender esas mariposas en el estómago de las que todo el mundo habla, sentir como se eriza la piel debido a un escalofrío que nadie sabe por qué se ha producido. Sentir ese nudo en la garganta después de un lloro desconsolado, sentir el viento rozando tus mejillas e impulsándote hacia detrás y creer que puedes salir volando. Sentir forma parte de la vida, siente y vuela, pero vuela alto, no vueles tan bajo, que parece que solo camines, vuela más alto.

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