domingo, 20 de febrero de 2011
Significas mi mundo pero nunca lo sabrás.
Es esa maldita sensación, una sensación que no te gusta. Te dejas llevar por el sonido del mar y crees que todo pasará. Te acuerdas de todos y cada uno de los momentos y lloras, te ahogas en tus propias lágrimas. No puedes soportar el dolor, piensas que nunca pasará y que todo seguirá igual. Le echas de menos, y no puedes más, le quieres y necesitas tenerle cerca. Una ráfaga de aire te alcanza y te hace llegar un sonido muy lejano, un sonido de risas. Y después de eso, sólo piensas que algún día será el sonido de tu risa el que le llegará a él.
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¿Te pones a editar el blog a las dos de la mañána?
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