jueves, 23 de febrero de 2012

2 años; 9 meses.

Tan pequeña y a la vez tan grande. Es sincera, aunque, a veces, le cuesta decir sus verdades y sentimientos. También es algo bipolar. Tiene mala leche y, a veces, actúa sin pensar, pero no hace las cosas con maldad. Siempre quiere hacer lo correcto y, eso, le lleva a unas rayadas incomprensibles para el resto del mundo. ¿Ella? Una vaga donde las haya y una cabezota. Comete errores y vuelve a tropezar con la misma piedra como todo el mundo de este planeta. Da los abrazos como a mi me gustan, dándote todo su cariño en ellos. Puede que un día la notes mal y ni siquiera ella lo sepa. Defiende a los suyos con uñas y dientes. No dudes en que, con ella, te vas a reír porque hacer el payaso es su debilidad. Dice demasiadas tonterías, de esas que no puedes hacer otra cosa más que descojonarte. Sabe perfectamente cuando una persona está bien o está mal. A veces, puede parecer que todo le da igual y que nada le importa, pero no es así; ella se preocupa a más no poder de la gente que quiere y lo que más miedo les da es perderles. Siempre busca la felicidad y, a veces, como todos, ve la vida como una mierda. Siempre está ahí para ayudarte. Es débil y, a la vez, fuerte. Muchas personas no saben apreciarla pero, ¿sabéis qué? ¡Qué ellos se lo pierden! ¿Qué está loca? Lo sé, pero eso es lo que más me gusta de ella.

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