Es una sensación diferente y extraña que recorre tu cuerpo, que pide a gritos tenerlo, besarlo, abrazarlo pero te conformas con estar a su lado. Sonríes cuando estás con él, ya que, con su sonrisa espléndida, es inevitable sonreír. Te encanta mirarle. Estás segura de que quieres pasar toda una vida a su lado, no lo dudas ni un segundo. Lo que más te apetece es oír su voz, ver sus ojos y que te gaste una de sus bromas, una de esas que te hacen reír tanto. Te encanta olvidarte del mundo, de todo el exterior cuando estás con él. Amas besarlo y que te bese, que te abrace y que te diga al oído que te quiere. Las horas se convierten en minutos y los minutos en segundos, un día es muy poco para estar a su lado. La gente ve en tus ojos que sí, que estás enamorada. No puedes estar sin él porque te falta algo y, cuando le das por perdido, regresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario