Ya no hay marcha atrás cuando te das cuenta de que no es en ese mismo momento cuando empezaste a sentir algo, que fue mucho antes. No hay marcha atrás cuando notas que, cuando te toca, miles y millones de huracanes vuelan en tu estómago; cuando es imprescindible encontrar su mirada cada día, imprescindible buscarla y encontrarla ahí. No hay marcha atrás cuando sabes que a su lado el infinito es poco, que no hay medidas posibles para el amor que te hace sentir, que no hay marcha atrás para nada y que todo seguirá creciendo día a día, más y más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario