sábado, 11 de febrero de 2012

No importa lo que digan, yo, voy a ser yo misma.

En realidad soy transparente. Descubrirías que me gustan los pequeños detalles y, si abrieras el primer cajón de mi escritorio, entenderías todas aquellas cosas que se quedaron por decir e, incluso, si te atrevieras a abrir el armario azul de la cocina, te darías cuenta de cuánto me gusta la nocilla. Puede que si cogieras mi reproductor de música, entenderías la banda sonora de mi vida. E, incluso, es probable que si algún día mirases la papelera de mi habitación, te asustarás al ver los gritos que he callado. Coge mis dibujos y entenderás que siempre hablan de mi e, incluso, cuando a ti te parecen garabatos de locura. Pon el ojo en mi cámara y mira el mundo a mi manera, puede que así, comprendas todos mis miedos. Ve, coge mi álbum de fotos y sabrás de qué hablo cuando digo que no podría vivir sin mis recuerdos. Pon las manos en mis mejillas y sabrás si la vergüenza ha desaparecido. Acércate a mi cuello y éste te hablará de mis sensaciones, pero si quieres, olvídate de todo y mírame a los ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario