martes, 17 de abril de 2012

He pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar..

- ¿Y por qué no se lo dices a él?
- ¿Pero estás loca? ¿Yo? ¿Decirle que le quiero? Anda, anda..
- No sé dónde está el problema, de verdad..
- Tú le has visto bien, ¿no? 
- Sí..
- Pues entonces te habrás dado cuenta de que es prácticamente perfecto... Tiene unos labios que dan ganas de morderlos, una mirada que te podrías perder en ella y su sonrisa... Pff, su sonrisa es lo más...
- ¡Pues ya está! Díselo joder, dile que le quieres y que darías lo que fuese por estar con él.
- ¡Que no puedo! ¿No lo entiendes? Él es perfecto y, encima, también está ella de por medio y yo no soy nada en comparación con ella... No puedo decirle nada porque sé perfectamente cuál sería su respuesta y también sé lo ridícula que me sentiría después y lo que se enfriaría nuestra relación y no quiero eso...
- Mira, quien no arriesga..
- ¡No lo digas! ¡No digas esa maldita frase! Estoy harta de oírla... Claro que quién no arriesga no gana pero es que no por arriesgar se gana; nadie te puede asegurar que vayas a ganar y, la mayoría de veces, te das la hostia, pero una de esas que no se olvidan tan fácilmente... Y sí, ya lo sé, "no odies al jugador, odia al juego" y de más... Pero que me da igual, que yo quiero tenerle a él, quiero estar con él y saber que él está conmigo porque quiere estar conmigo... Quiero poder abrazarle y quedarme ahí, entre sus brazos, el tiempo que nos dé la gana y mirarle a esos ojos que tiene y que, cuando le diga cualquier gilipollez, me regale una de sus sonrisas que tanto me gustan y que, día a día, me enamoran. Llámame gallina, dime que no tengo lo que hay que tener, que me falta autoestima... Lo que quieras, porque no te va a faltar razón pero es que no puedo cambiar de la noche a la mañana, no puedo coger y armarme de valor y ponerme delante de él y soltárselo todo, como si de un discurso se tratase, porque yo no soy así, porque me da muchísima vergüenza y porque sé que él no siente lo mismo... Si es que se nota a kilómetros que está coladito por ella... 
- Mira, yo solo te voy a decir una cosa, y es que tú vales mucho más que ella. Que eres muchísimo mejor por mucho que te cueste creértelo y que, si quisieses, podrías estar con él cuando te diese la gana, pero tienes miedo, mucho miedo y se te nota y, ese miedo, es lo que te va a llevar a perder la oportunidad de estar con él y ser feliz.
- Lo sé, y eso es lo que más me jode de toda esta historia.


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