jueves, 13 de octubre de 2011

Ya no te quiero.

Y esas palabras son las que necesitaba escuchar. No soportaba seguir perdiendo el tiempo pensando en un quizás, pensando en que tal vez habría un mínima posibilidad para nosotros dos, otra vez. Ya había quedado todo claro, ya no había posibilidad de mal entendidos ni reproches, todo quedó hablado y aquí pondríamos el punto y final a todo lo que vivimos, a meterlo todo en aquel baúl de recuerdos. Pero no puedo, no pensé que, a pesar de habértelo escuchado decir, siguiera teniendo esperanza, me prometí que no más ilusiones, no más noches en vela ni lágrimas, pero es imposible evitarlo, por mucho que el me diga que ya no hay nada, por muchas veces que me diga que no me quiere, no podré dejar de soñar, de imaginar encuentros inesperados y que caiga a mis pies, no podré dejar de pensar en sus besos y sus manos recorriendo mi piel.

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